Lo de Cadereyta – Segunda parte

Este sábado pasado, una hora antes de llegar a Cadereyta, al senador Manuel Humberto Cota Jiménez lo recibe en Palacio de la Corregidora, el gobernador José Calzada. Le acompañan el Ing. Tonatiuh Salinas y el líder de la ceenece en la entidad, el diputado Alejandro Bocanegra.

La plática se vuelve amena. Y se alarga. Cota Jiménez tiene el don – además de excelente orador –  de ser buen conversador.

Este fue el motivo central por el que el evento de Cadereyta, se retrasara más de lo debido.

Cuando el senador Cota, Tona y Alejandro trepan al estrado, se quedan admirados. Miran para arriba como midiendo el largo enlonado y les sorprende la cantidad de campesinos ahí congregados. A Alejandro todavía se le ve nervioso. En la semana, su grupo  trabajó  a marchas forzadas. Y ahí están los resultados. Tonatiuh no oculta su satisfacción.

Pero ahora es el momento de las porras, de los vivas.

A los líderes campesinos de todos los municipios del estado, les dieron – como se debe – su lugar. Se les ubicó justo detrás de la línea de honor, en el estrado.

Cuando eran presentadas las personalidades y en medio de los aplausos, hace su arribo el Lic. Roberto Loyola Vera. Los gritos, los vivas y los aplausos se incrementan.

Se anuncia la intervención de Alejandro Bocanegra, quién antes de abordar la tribuna se deshace de su chaleco rojo. No deja – más que en las sesiones del congreso – su sombrero. Le ha acompañado desde siempre, en Pedro Escobedo, en los recorridos que como dirigente realiza en los municipios.

“Nací y crecí entre el olor de los mezquites y el resplandor de la cantera…sé que cuando hay buen temporal y se hace surco, la tierra da buena semilla”, dice Alejandro, para montar un discurso en donde reitera – era obligado – el apoyo al Presidente Enrique Peña Nieto, “por los difíciles momentos que vive el país”.

Con decisión, Alejandro también habla de los “años difíciles” para este sector en Querétaro, por el abandono que en el gobierno de Paco Garrido – sin decir el nombre – se  resintió. A este sector, al campesino, hasta lo intentó desaparecer, porque olvidado siempre lo tuvo. Y si, como este gobernador casi no iba a los municipios, a sus rancherías, no conocía a los campesinos. Cuando visitaba alguna comunidad – rara vez – llegaba en helicóptero. Y así se retiraba.

Son estas – y ahí se dijo – “las decisiones equivocadas del pasado”.

Hoy el trato ha cambiado – por supuesto –  pero la mejora no es todavía notoria. Es el reclamo vigente de la gente del campo, de la “dificultad en los precios de los granos básicos” y el grito de esperanza de los campesinos – de todo el país – para que las reformas estructurales “sienten las bases para un nuevo horizonte en el sector agrario”.

Sube Tonatiuh a tribuna. Suelto, hecho, hila un extraordinario discurso, acorde al tema del campo. “Mi abuelo fue un ejidatario, como ustedes – confiesa -, tuvo doce hijos mi abuelo. Tenía que trabajar mucho y después se tuvo que ir hacia el otro lado, como yo sé que a muchos de ustedes les ha ocurrido, como sé que a muchos de sus hijos les ha pasado. Después regresó y tuvo que meterse a la obra como albañil”.

Con esa verdad, Tonatiuh encuentra identificación y más que pronto, ya se había echado a la bolsa al campesinado. Es más, para mucha gente del campo esta revelación fue sorpresiva. Pero aclaró:

“Esta historia que muchos conocemos, no es la historia que queremos para nuestros hijos…vamos a bordar juntos la nueva historia del campo, gente de bien y de orgullo priista”.

Y les cayó bien.

Vendría el discurso del senador Manuel Humberto Cota Jiménez. Del presídium, a nadie omite. Su presencia impone, su calidad de oratoria también.

Se reacomoda los micrófonos y sobre la marcha y ahí mismo, presenta al nuevo delegado del sector para Querétaro, al diputado hidalguense Héctor Pedraza. De lujo su presentación, su toma de protesta. Nunca antes en Querétaro un delegado del sector había rendido protesta ante tal cantidad de campesinos.

Cota Jiménez, después de la toma de protesta, parece tomar aire.

Para el PRI, para el presidente Peña Nieto, el tiempo es su acicate. También para el líder campesino. Haría ya ochenta días de que fuera nombrado como líder nacional de la CNC.

Y empieza la pieza oratoria.

“… para el presidente de la campesina, es un gusto verlos llenos de calor, de fuerza, de muchas aspiraciones por tener una CNC y un PRI, vivo, en movimiento y un Querétaro que es orgullo de México”.

Su voz había adquirido un tono de emoción, de convencimiento personal. Y quién habla convencido de lo que dice, convence a los demás. Cota Jiménez convenció en su discurso, el campesinado espera que también sea así en los hechos.

Habla de los tiempos complicados que se viven…de la política que ya camina. Y distingue:

“…antes de las aspiraciones personales o de grupo, antes, antes, antes, está el Partido, está el sector”. Más de uno de los ahí presentes, para oreja. Y ponen atención.

“Este partido, el PRI, nació para llevar las causas de la gente, con justicia y democracia social…justicia para responderle a la gente que tanto necesita”.

A su paso por entre los más de cuatro mil campesinos, le habían ido entregando peticiones, papelitos donde los tiradores a los cargos de elección popular,  le manifestaron sus aspiraciones. Sin leerlos, se los ponía en la bolsa de la camisa.

“Aquí traigo aspiraciones, sus aspiraciones pero quiero decirles que la Confederación Nacional Campesina ya tiene candidato”. Se hace un silencio de unos cuantos segundos. ¿A quién destaparía Cota Jiménez?¿Sería acaso como lo hacía a menudo don Fidel Velázquez?

“…y el candidato se llama…el candidato se llama…Partido Revolucionario Institucional…por eso en nuestro partido, es México el que pide y demanda la unidad. Tenemos que olvidarnos de otros pensamientos, el horno no está para bollos. Es momento de unidad y de fortaleza. Hoy unos, mañana otros, pero todos en torno a nuestro partido”.

Clarito pues.

Su rostro parecía temblar cuando, emocionado, habla de la necesidad de “ir unidos”.

Y cierra así:

“Querétaro y no lo digo solo por cumplido, Querétaro tiene un buen gobernador, procuremos fortalecerlo”. Y sin tapujos, habló de la “docena trágica” – la de los gobiernos panistas – y vuelve a repetir, como lo hicieron todos los oradores anteriores, el necesario apoyo para Peña Nieto.

“Aquí, vamos a abanderar las causas de la gente del campo” para de plano alebrestarlos por el nuevo precio de los productos del campo.

“Tranquilos, tranquilos…” les dijo a todos los tiradores a los cargos de elección popular.

“Desde este distrito. Con unidad, con fortaleza, quiere el sector campesino repetir color, queremos tener más de ochenta diputados federales” y habla de los nuevos números de apoyo al campo, que de ocho mil millones, se fue hasta los doce mil millones.

“México es el México de las nuevas generaciones…que no nos divida la ambición de poder…que nos unan fundamentalmente los compromisos con las nuevas generaciones”.

Pero también deja tarea:

“Por eso, yo les digo a quienes aspiran, a quienes quieren…que un día se llega, porque en las democracias, decía Colosio, no hay ni victorias ni derrotas para siempre. Llegarán hoy, otros llegarán mañana, pero un día, un día se llega”.

Ese camino ya lo recorrió Cota Jiménez, desde regidor, líder de la cámara, diputado federal, presidente estatal del PRI y actualmente senador… “y este cargo venía con el premio mayor, la presidencia de la Central Campesina más importante del país”.

¿Así será en ese partido, el PRI,  así será en la ceenece?

¿Usted qué cree?

Para los cargos federales y en el PRI, la convocatoria viene después del 20 de diciembre. El registro – dicen los enterados – será el 2 de enero.