Las nuevas historias – Segunda parte

En la capital del país, al más puro estilo del “viejo sistema” del PRI, a tres priistas queretanos este los ponía a prueba.

Era una mesa de solo seis personas. En el lenguaje periodístico se les conoce como “encerronas”. Y se deshace hasta que salga humo blanco.

Es la noche del miércoles 11 de febrero.

Lo sucedido ahí, a ciencia cierta solo lo saben a detalle estas seis personas. Sin embargo, en términos generales, la conclusión es que “el CEN del Partido Revolucionario Institucional, el análisis, la definición favorece en Querétaro a Roberto Loyola Vera”.

Y si, a diferencia de hace seis años, los otros dos tiradores – Braulio y Jesús – acatan la indicación “presidencial”.

No hubo, al menos ahí, nada que negociar.

“…aceptamos a plenitud el término de la institucionalidad y, en mi caso particular, nos sumamos al proyecto del partido” dijo en síntesis Braulio Guerra Urbiola.

Es la llamada “unidad activa” la nueva palabra que se utiliza en el priismo.

Y es que estas “encerronas” no son, para nada, como las partidas de dominó. Al menos no en el PRI. Aquí a nadie le cierran la jugada ni se ahorcan las fichas aprovechables. El capital político de los presentes será siempre utilizable, si bien y no necesariamente, se utiliza en esa misma partida.

No se habló ahí de cuotas ni de “premios de consolación”. Cuando el PRI tiene el poder, estos son términos entendidos.

En ésta “encerrona” sÍ se diferenció a la de hace seis años.

Los temas, entonces, dejan de ser personales, para pasar a institucionales. Y a este partido le funcionan.

La reunión, que no pasó de los sesenta minutos, no fue – contra lo que se pudiera pensar – ni tensa ni jaloneada.

Braulio salió tranquilo. Los demás, tendrán seguramente su versión.

Y el nuevo camino comienza.

Un desenlace parcial a esta reunión se pudo percibir la mañana de este sábado 28 de febrero. En la mañana – y según lo platicado – Braulio estaba “sembrado” en la posición número siete para el enlistado de las plurinominales.

El CEN vivía horas ya de definiciones.

Estaba encima la reunión de la Comisión Política Permanente del PRI y como única orden del día esta llevaba la definición en las listas a diputados plurinominales.

Querétaro, junto con otros siete estados, se encuentra dentro de la Segunda Circunscripción. Así, en esta también están Coahuila, Guanajuato, Tamaulipas, San Luis Potosí, Nuevo León, Aguascalientes y Zacatecas.

En el lugar siete, al que originalmente estaba nominado el queretano Braulio Guerra Urbiola, se deja sentir la presión por el nombre del priista Tomás Montoya Díaz, del estado de Nuevo León, hijo nada menos que de Cristina Díaz, hoy senadora pero que había sido “bajada” de la gubernatura de ese estado. Cristina Díaz – usted la recuerda – fue hace unos cuantos meses secretaria general del PRI y llegó inclusive a la Presidencia Nacional de ese partido. Entonces pesa.

Para estas listas, el CEN del PRI tomó la decisión de sembrar en su listado, a un hombre alternado con una mujer, lo que daría el respeto a la famosa “equidad de género”. Y había que respetarse.

Para el noveno lugar de la lista, estaba ya más que amarrado otro norteño, también de Nuevo León. Se trataba de Álvaro Ibarra Hinojosa que resultaba ya muy difícil moverlo, por lo que al queretano Guerra Urbiola lo colocan en el lugar décimo primero de este enlistado.

En esta misma lista, formada por cuarenta nombres en total, aparecen otros dos queretanos: Ricardo Carreño en la posición 21 y Eunice Arias Arias, en la 32. Ambos sin mayores posibilidades de entrar al reparto de curules pluris, si bien la inclusión podría considerarse honrosa por ser un listado nacional. Figura también la queretana Miriam Lizeth de la Cruz Cruz, como pago de cuota por la alianza con otros partidos.

Pero la posición décimo primera que ocupa Braulio no es garantía total de inclusión. Esto dependerá del número total de votos que en el universo del país y para las posiciones federales, alcance el PRI.

Esta misma posición la tenía hace tres años Tonatiuh Salinas, que si bien si entró al reparto, también por una negociación de mesa, lo bajan. Y Tonatiuh no quiso pelear la posición, o bien no supo o sabiendo le indicaron no moverle al asunto.

Para Braulio, las posibilidades de alcanzar la diputación federal pluri, se elevan a un altísimo setenta por ciento. Ninguna posición de las que se juegan en el estado – desde gobernador, las 18 alcaldías y las 15 diputaciones locales – tiene esa garantía.

La décimo primera sí, con ese setenta por ciento.

Habremos también de decir que aquél chamaco que no alcanzaba todavía los veinte años, sí le hizo finalmente caso a su padre, porque además de la política, el deporte y la música si “se metió a estudiar”. Alcanzaría en los años siguientes la licenciatura en derecho en la UAQ; maestría en Derecho Corporativo en la Anáhuac, Doctorado en Derecho por la UAQ y un par de Maestrías de la Universidad de Salamanca, España.

Entonces, es su preparación y su estudio – además de su reconocido oficio político – el que lo ubicó en ese lugar décimo primero.

Braulio seguramente será diputado federal.