×

Busquedas Populares


×

Opinión



Secciones




Escuchar Para Decidir

Por - 27/04/2015

De nueva cuenta el país se encuentra inmerso en un proceso electoral –en este caso, para renovar la Cámara de Diputados, nueve gubernaturas, legislaturas locales […]

 Escuchar Para Decidir

De nueva cuenta el país se encuentra inmerso en un proceso electoral –en este caso, para renovar la Cámara de Diputados, nueve gubernaturas, legislaturas locales y un buen número de ayuntamientos-, de nuevo, cientos de candidatos recorren las calles saludando ciudadanos y abordando temas en los medios de comunicación. Y nuevamente, se percibe un desánimo en buena parte del electorado sobre el desarrollo de las campañas y sobre la necesidad de votar el próximo 7 de junio.

“Siempre es lo mismo” “Piden el voto y no regresan” “Prometen y no cumplen”, son algunas de las frases comunes entre miles de personas que se dicen decepcionadas de la política y los políticos. ¿Qué hacemos para cambiar esa opinión? Se pregunta más de un asesor de comunicación…y la respuesta aplicable a casi todas las interrogantes y exigencias se reduce a “pensar como ciudadano”.

El ciudadano es el que se levanta temprano todos los días para iniciar una jornada laboral, se responsabiliza de su hogar, hace cuentas para que sus recursos rindan más y mejor. El ciudadano es el que paga impuestos y le interesa saber el destino final que tienen, el ciudadano conoce la problemática vecinal de su colonia o comunidad y tiene ideas para proponer sobre qué hacer en materia de educación para sus hijos o sobre la conservación de los parques y jardines que están cerca de su casa.

Querétaro no está exento de este proceso y desde hace varias semanas, los candidatos están haciendo lo propio, unos con más propuestas que otros, algunos enfocados en decir cómo mantener el rumbo de un estado exitoso y otros en criticar sin mayor sustento. ¿Cómo reacciona el electorado? ¿Qué tipo de campaña es la que prefiere?

El candidato del PRI a la gubernatura del estado, Roberto Loyola Vera, entendió desde un inicio que, una sociedad democrática demanda ser escuchada para poder gobernar de la mano de ella. Así, emprendió una serie de foros y recorridos con comerciantes, académicos, activistas, padres de familia, profesionistas y en general, toda aquella persona preocupada por el entorno en el que vive y por seguir haciendo de Querétaro, un estado referente de cosas buenas. Ese lugar en el que además de las personas que aquí nacieron, otras tantas lo eligieron como su hogar por su calidad de vida y posibilidades de desarrollo.

Así surge la “Agenda por Querétaro”, un ejercicio ciudadano en donde todo aquél que tenga algo que decir sobre Querétaro, sea escuchado y tomado en cuenta. Con indicadores de organismos nacionales e internacionales y una metodología clara, se hizo un diagnóstico sobre el estado, para estar ciertos de las condiciones que imperan actualmente y sobre ello, cientos de ciudadanos enviaron sus propuestas, debatieron y consensaron aquello que hay que hacer para seguir viviendo en un estado exitoso.

Analizando de la mano de los ciudadanos, las fortalezas y oportunidades, sin dejar de lado las debilidades y las amenazas, hoy se tiene una hoja de ruta que lejos de trazarla erráticamente en un escritorio o basada en meras ocurrencias y lugares comunes, se concretó con un diagnóstico objetivo, metas realistas y lo más importante: construida junto con la sociedad. Además, el ejercicio fue público y se encuentra disponible en la página de internet del candidato.

Los políticos deben darse cuenta que la dinámica política ya cambió, y que todo ejercicio electoral pasa invariablemente por escuchar de primeramente a los ciudadanos, impulsando todos los mecanismos de participación social de los que se disponga. Ahí radica en buena medida, la eliminación de la apatía ciudadana y el rechazo al slogan hueco y sin sentido. Entender como decía Churchill que “valor es lo que se necesita para levantarse y hablar; pero también es lo que se requiere para sentarse y escuchar.”

 

 

 


Otras notas



De nuestra red editorial