El ruido político en Cadereyta (segunda parte)

En la víspera de que se escuchen a todo lo que dan los tambores de guerra de la campaña, en todos los frentes y en todos los partidos políticos, llama la atención el “Super Hugo” -su nombre es Hugo Muñoz Flores- quien en el municipio de Cadereyta puede romper el duopolio partidista que, equivocadamente, muchos piensan que va a imponerse en todos los municipios.

Pero los candidatos de estos dos partidos políticos -PAN, PRI- vienen también “por todas las canicas” y además, con el apoyo de su estructura partidista, trabajada y con fuerza como para no dejar pasar a “Super Hugo”.

En  este municipio de Cadereyta,  Acción Nacional ha puesto -“designado” es la palabra- a un joven pero maduro político que sabe cómo amarrar y desamarrar. Se trata de León Enrique Bolaño Mendoza, un panista de toda la vida. Siendo muy  joven, se convirtió en el promotor número uno del proyecto de Paco Cevallos para alcanzar la senaduría que la ganó. Pero no tardó en comenzar a volar por su cuenta porque en la Quincuagésima Sexta legislatura local, León Enrique gana con relativa facilidad el distrito décimo cuarto. Ya en el congreso, no fue precisamente el diputado del silencio -como de hecho lo fueron algunos compañeros suyos- sino que tomaba la tribuna para defender lo que en conciencia él creía que era defendible. Y se ganó el respeto de los suyos, de sus adversarios.

Hoy vuelve al activismo político como una de las mejores cartas de Acción Nacional en ese municipio. Le entiende a esto de las campañas -desde la época de Paco Cevallos- y ahora se trata de la suya propia, ciertamente diferente que la que tuvo para el distrito, pero seguramente de mayor trascendencia en su camino político.

Por su parte, el Revolucionario Institucional quiere seguir hilando trienios en la alcaldía. Como “candidato de unidad” -así le llaman en ese partido- resultó ganador Omar Jiménez Reséndiz, un joven que estuvo trabajando en la Comisión Estatal de Aguas y que ya fuera dirigente juvenil del PRI en ese municipio. Tiene pues, carrera de partido.

Omar es emanado del mismo sector al que pertenece Roberto Loyola Vera -el popular- y ambos están en el propósito de llevarse en Cadereyta el voto mayoritario de la población.

En las elecciones pasadas, el PRI aliado con el Partido Verde para formar la propuesta que se llamó “Compromiso por Querétaro”,  le sacó al PAN casi los tres mil votos de ventaja -que representaron sin embargo casi diez puntos arriba- pero que hoy viene a incomodar a los dos partidos grandes, la presencia de “Super Hugo” como candidato independiente.

Sin embargo, el PRI también tiene a su favor -y eso lo sabe el joven Omar Jiménez- a un delegado que con el paso de los años, se ha convertido en uno de los mejores operadores priístas de la Sierra Gorda. Se trata del amigo Timo -como todos le llaman- y que no es otro que don Timoteo Martínez, alcalde que fuera de San Joaquín pero también ya diputado federal.

Estos son los ingredientes que a la vista presenta el caso Cadereyta en estas elecciones, sin desestimar lo que en sus alforjas pudieran traer los otros candidatos. Por eso tampoco descarte usted al joven Alberto Vargas Mendoza, que es el candidato de Movimiento Ciudadano, un partido que viene creciendo desde su fundación y que inclusive, ha tenido presencia política no solo en el Congreso, sino en los ayuntamientos, donde también ha conseguido alcaldías.

En ese municipio el agarrón se anticipa de antología.