El poblado y difícil IV Distrito Electoral Federal

Los cuatro distritos electorales federales implican para los partidos políticos, diferentes retos: Por la influencia que tienen en los municipios que comprenden, por la incidencia del voto en los distritos locales que abarcan.

Mientras los dos primeros – I y II – se ubican en zonas predominantemente rurales y se distinguen por la cantidad de municipios que congregan, los distritos III y IV son predominante urbanos y tienen incidencia particular en menos municipios, por lo poblado de esta zona.

Porque mire usted. El distrito electoral federal IV tiene incidencia directa en siete de los distritos locales – los seis de la capital queretana y uno del municipio de El Marqués -, en la presidencia municipal de Querétaro – el municipio más disputado del estado – pero además, en el municipio de El Marqués.

De esta particular situación se desprende el hecho de que los partidos, particularmente el PAN y el PRI, busquen por lo general postular a su “batería pesada”. Esto implica que el seleccionado sea un militante no solo de oficio – citados en el artículo de ayer – sino también de prestigio, de modo que se tenga la mayor garantía de triunfo y de paso influir – por el llamado “voto de cascada” – en el municipio de Querétaro y en los seis distritos locales que aquí se ubican.

A esto le puede usted agregar el municipio de El Marqués y el distrito XII local que lo comprende territorialmente.

En el proceso anterior – para sorpresa de muchos- el PRI pierde este distrito federal con una diferencia de 7 mil 801 votos. Y se lo lleva el Partido Acción Nacional, en la persona del diputado pendenciero J. Guadalupe García.

Esta misma sorpresa se produce en la Presidencia Municipal de El Marqués con el actual alcalde de procedencia panista, Enrique Vega Carriles, quién le sacó una enorme diferencia de 6.9 por ciento en la votación al candidato del PRI.

La mayor derrota de ese partido en ese municipio, numéricamente hablando.

Y de los seis distritos locales que inciden en ese IV federal, cuatro fueron para Acción Nacional, en los peores resultados en las elecciones intermedias también para el PRI.

Sin embargo, la calidad del candidato del PRI para la Presidencia Municipal de Querétaro, permitió que este – Roberto Loyola Vera, alcalde en funciones – arrebatara al PAN la llamada “Joya de la Corona” lo cual arroja una lectura muy clara: la calidad del candidato y prestigio de su persona para las presidencias municipales, suele ser definitorio.

Si los sexenios pasan muy rápido, los trienios pasan volando.

Hoy nuevamente los diez partidos se encuentran en sus marcas para buscar con lupa, a sus mejores hombres. Las campañas ya no se ganan en solitario, sino que depende de muchas cuestiones y una muy importante de ellas es que la generalidad de las propuestas sean las idóneas para salir adelante.

Para este IV Distrito, los partidos buscarán a sus mejores hombres o mujeres que luchen para ganarlo, pero también a quiénes vayan en los seis distritos locales y por supuesto para las dos presidencias municipales que comprende.

Y al interior de los dos partidos con mayor presencia en el estado, los nombres se han comenzado a escuchar, a ser analizados y desde luego, el primer filtro será su propio partido.

Y tanto en el PAN como en el PRI, la calidad y la cantidad abundan.

Aquí les estaremos dando los nombres que más suenan.