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Donde duela

Por Andrés González - 03/06/2015

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Dentro de la danza de nombres que ya se oyen para el gobierno que viene -las ternas que dio Roberto Loyola en Canacintra, el par […]

 Donde duela

Dentro de la danza de nombres que ya se oyen para el gobierno que viene -las ternas que dio Roberto Loyola en Canacintra, el par de nombres que citó Pancho Domínguez- todavía en estos dos partidos PRI y PAN, se levantó el postrer -creo- polvo de aquellos lodos con que ensuciaron toda la campaña.

Ambos partidos tratan de quitarse , sin disimulo el cargo de culpa, mientras que también van con “el mazo dando y a Dios rogando”, haciendo volar la suerte de lo que pueda suceder este domingo que viene.

La estrategia no varió ni en un ápice ni falló un solo día. Claro, a sabiendas que en este país uno de sus grandes males es la impunidad y en este caso concreto, se extiende desde luego a la “impunidad electoral”. Ya hablaremos de eso antes del siete.

Cuando ayer el PRI llevó a eso de las cuatro de la tarde ante el INE de la capital del país la denuncia contra el PAN por un irreverente spot de radio y televisión catalogado como “propaganda calumniosa” contra Roberto Loyola, el PAN ya preparaba también su solicitud de “retiro de cancelación de registro” como candidato para Roberto Loyola, argumentando falta de veracidad en el reporte de gastos de precampaña.

El presidente del PRI, con todo y las prisas que llevaba para asistir a cierres de campaña en San Joaquín y el municipio de Cadereyta, salió al quite casi al mediodía de este martes -antevíspera del cierre de campaña- para dar a conocer esta denuncia, pero también para descalificar las declaraciones de Santiago Creel, quien anda por ahí “asustando irresponsablemente con el petate del muerto” al afirmar que el PAN se retiraría de la mesa del diálogo nacional.

Lo primero que salta a la vista es que los partidos -fíjese usted bien- se dividen en la base de recepción de sus denuncias. El del PRI -por la premura del fin de campaña- trata de evitar que ese spot siga saliendo y que desde luego, la tarde de este martes y todo el miércoles, espera que haya sido retirado. Si se hubiese presentado al IEEQ, habría tenido sin lugar a dudas un trato en sala de espera, cuando el asunto requiere entrar en terapia intensiva.

Y ahí no se las gastan así, lamentablemente.

Y como ya es costumbre, Mauricio se le deja ir a a la yugular nuevamente a Pancho, cuando le saca a colación su “conocida bipolaridad, porque seguimos sin saber quién es el señor Kors… Nosotros en el PRI no tenemos nada que esconder” señaló el líder del PRI estatal.

Pero también la mañana sorprendió a los señores consejeros del IEEQ cuando se presentan los “joseluises” -Báez y Aguilera Ortiz- para argumentar falsedad de los gastos de precampaña de Roberto que le exige la ley y que fuera, al decir de los quejosos, presentada “en ceros” pero de paso exigen al IEEQ -al igual que el PRI al INE- para que “a la brevedad posible” se pronuncie por esta cancelación.

Ni una ni la otra procederán. El árbitro ya lleva el partido en “minutos de compensación” y el cierre de campaña que ya está a la vista, por lo que ambos contendientes llegarán sin ni siquiera haber recibido tarjeta roja, a excepción de un par de amarillas que les significaron “multas económicas” que las harán deducibles de sus propias participaciones.

¿Por qué, en lugar de las meras sanciones económicas que les aplican en sus participaciones -y con son de nuestro dinero- y que las más de las veces solo les hace reír a los partidos políticos, por qué mejor no se busca sancionar con la quita de votos obtenidos en el proceso?

Entonces, ya le pensarían dos veces.

A acciones que impliquen violar las leyes electorales, castigos que les duela en la ferocidad con la que persiguen el poder.

Andrés González

Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.


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