×

Busquedas Populares


×

Opinión



Secciones




Caminar… ¿Por qué no?

Por - 16/04/2015

Por Itsi Alveano* A partir de ya, he decidido que mi proyecto de vida es hacer de mi ciudad un lugar más agradable para caminar […]

 Caminar… ¿Por qué no?

Por Itsi Alveano*

A partir de ya, he decidido que mi proyecto de vida es hacer de mi ciudad un lugar más agradable para caminar y vivir. Tengo 2 pequeños niños que en este momento son mi razón de ser. A ellos me debo.

Cuando era un poco más joven, mi ambición era bicievangelizar (generar ciclistas urbanos) a todos los que tienen la idea de que el tráfico se resuelve aumentando más capacidad para los automóviles. Todos aquellos que piensan que hay demasiados coches y que por lo mismo es necesario construir distribuidores viales, puentes atirantados, pasos a desnivel, avenidas libres de semáforos, periféricos y segundos pisos, desconocen que el tráfico se comporta como el gas: a mayor capacidad, mayor volumen. Por eso me gusta la analogía que dice: intentar resolver el problema del tráfico aumentando la capacidad vial, es como querer resolver el problema de la obesidad aumentando un hoyuelo al cinturón, no se soluciona el problema, sólo se da la falsa ilusión de que está resuelto.

Generar políticas públicas que desincentiven el uso excesivo del automóvil e incentiven caminar en la ciudad son algunas de las medidas que se deben tomar si queremos ciudades sostenibles. Sin embargo, últimamente he aprendido que el trabajo colectivo, la colaboración, la asociación entre los diferentes sectores de la sociedad contribuye a formar una visión de ciudades para todos. El tema es ese, ciudades para todos, una ciudad hecha para andantes es una ciudad para todos, pues todos somos andantes, desde el lactante de 10 meses, que anda a gatas, hasta el anciano de 90 años que usa bastón como soporte en su andar. Actualmente existen herramientas, como la INICIATIVA DE CIUDADES EMERGENTES Y SOSTENIBLES del Banco Interamericano del Desarrollo, que contribuyen a la formación de ciudades que brinden mejor calidad de vida a sus ciudadanos actuales y futuros.

Personalmente me molesta mucho cuando los funcionarios públicos, en su discurso, dicen que los niños son ciudadanos del futuro, porque es como si dijeran que ahora no existen, que ahora solo son fantasmas, que no pueden aportar a la ciudad y que no significan nada para la ciudad. Después de haber leído a Francesco Tonucci he visto como cada vez hay más gente que defiende y promueve los derechos de los niños, como el derecho al juego. Mi hijo de 3 años ha dicho varias veces a los automovilistas: “la calle se comparte coche”, él sabe que la calle es un espacio público y por eso es un espacio que se debe compartir, que no son los autos los únicos que tienen el derecho a usar ese espacio público. Si tomáramos más en cuenta la opinión de los niños la ciudad sería mucho más amable, mucho más divertida, mucho más disfrutable.

Caminar o no caminar, a fin de cuentas, en algún momento tendremos que hacerlo, y lo mejor sería que el espacio donde uno camina no sólo sea amable, seguro y digno sino lleno de sueños, risas y  juegos. Si muchas ciudades lo han logrado, han invertido en mejorar los espacios públicos, banquetas anchas, limitar el uso excesivo de automóviles, restringir el uso de estos en ciertas zonas, ¿Por qué nosotros no?

Itsi Alveano es miembro del colectivo Mujeres en Bici Querétaro.


Otras notas



De nuestra red editorial