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Avanza lentamente ley anticorrupción

Por Héctor Parra - 26/02/2015

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

En sesión de Pleno de la LXII Legislatura Federal, aprobaron los principios de lo que será el Sistema Anticorrupción, por lo que nuevamente se reforma […]

 Avanza lentamente ley anticorrupción

En sesión de Pleno de la LXII Legislatura Federal, aprobaron los principios de lo que será el Sistema Anticorrupción, por lo que nuevamente se reforma y adiciona la Constitución Federal por enésima ocasión. Las leyes secundarias podrán esperar hasta un año y los estados medio año más ¿Cuál prisa? 

Para intentar atajar el mal que se ha institucionalizado en las esferas gubernamentales, con el contubernio de ciertas empresas y/o negocios, sin las cuales no podría existir la corrupción, se crearán más organismos gubernamentales para investigas, procesar y en su caso castigar a los corruptos.

El problema es que vivimos en un País de cínicos en donde todos meten mano en el presupuesto público y se quejan de aquellos que son sus adversarios. Podríamos poner de ejemplo aquellos legisladores federales que se desgarran las vestiduras como Ricardo Monreal, quien siempre acusa de corruptos a sus contrarios, cuando él ha logrado su riqueza precisamente en el ejercicio del poder político; tiene años y años cobrando del erario público, cambia de partido sin problema alguno; recibe dinero extra de prerrogativas, etcétera. Pero, para él eso no es corrupción.

Y así, otro ejemplo podría ser el de los empresarios de la construcción saben que si no aportan el sagrado “diezmo” no hay asignaciones de obra pública y ventas de bienes y servicios al gobierno. Esta forma de corrupción se ha institucionalizado, pero no hay nadie que se acuse mutuamente y cómo hacerlo si tano unos como otros son parte de la negociación.

Los cambios de uso de suelo tras la compra de tierras ejidales productivas o improductivas, que autorizan los ayuntamientos, también se sabe que no pasan si no es previa aportación “voluntaria” de terrenos; después vendrían los permisos para fraccionar, otra aduana por la cual se debe hacer aportación. Los ejemplos de la corrupción institucionalizada son muchos. Sin embargo no hay acusados ni acusadores.

El PAN, por medio de Ricardo Anaya, ahora coordinador de la bancada en la LXII Legislatura, ha abanderado el tema del ataque frontal a la corrupción. Sin embargo ha sido más un eslogan de campaña político electoral, el cual incluso se publicita en spots de ese partido. En el fondo no le falta razón, es urgente y necesario poner en práctica algo que amortigüe el agresivo sistema de corrupción, el intento es bueno en sí, por eso ha sido avalado por la mayoría de los legisladores federales.

Inicialmente observo dos problemas. Uno, el plazo para echar andar los nuevos órganos del sistema anticorrupción es muy largo, un año para elaborar las leyes federales y medio año más para los estado. Segundo, se creará un monstruo administrativo para atacar el mal que radica en las entrañas de miles de mexicanos corruptos, lo que de suyo será un enorme gasto gubernamental que no debiera ser. Bastaría con servidores públicos y empresarios honestos para acabar con la corrupción. Así de sencillo.

Héctor Parra


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