Aumenta la gente con ingresos laborales que no permiten comprar lo básico

En la entrega pasada escribimos sobre la lenta recuperación del Índice de Confianza del Consumidor. Ahora nos centraremos en una variable menos conocida, pero que muestra claramente una de las causas del mal comportamiento de ese indicador. La variable es el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP), publicado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Pobreza de Desarrollo Social (CONEVAL). “Este índice muestra la tendencia del porcentaje de personas que no puede adquirir la canasta alimentaria con el ingreso laboral. Si el Índice sube, significa que aumenta el porcentaje de personas que no pueden comprar una canasta alimentaria con su ingreso laboral”, acorde a lo que se lee en su página de internet.

La fuente de información para la creación del ITLP es la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, de la que se calcula el ingreso laboral per cápita y se evalúa contra el monto de la canasta alimentaria (conocida también como la línea de bienestar mínimo). El índice se publica con un valor base 1, que toma como referencia el primer trimestre del 2010.

Como nota adjunta al reporte de la CONEVAL, “El ITLP no constituye una medición de pobreza, puesto que no comprende todas las fuentes de ingreso ni todas las dimensiones de la medición oficial de la pobreza dada a conocer por el CONEVAL en diciembre de 2009. Sin embargo, este Índice sirve como señal preventiva de corto plazo sobre la situación del ingreso laboral de las familias en relación con el costo de la canasta alimentaria.”

Los resultados a nivel Nacional y de Querétaro son los siguientes:

Como se puede ver, los resultados son bastante desfavorables: aún en los años de mayor tasa de recuperación económica, la proporción de personas que no pueden comprar la canasta alimenticia con el ingreso de su trabajo va en aumento, de tal forma que al segundo trimestre de este año dicha proporción había crecido 14% respecto al trimestre base (1erT del 2010) a nivel nacional, y 20% en Querétaro. Nota: este índice no nos dice cuál es el porcentaje de la población que se encuentra en dicha situación; sólo nos señala si ha aumentado o disminuido. Obviamente, lo que buscaría un sano crecimiento económico es que ese valor fuera disminuyendo consistentemente.

Como se puede observar, durante estos 5 años hemos tenido crecimientos mayores a los de la media nacional, lo que nos ubica como la novena entidad con mayor crecimiento en dicho periodo detrás de Sinaloa, Nuevo León (ambas con crecimientos mayores al 50%), Baja California, Distrito Federal, Quintana Roo, Tamaulipas, Morelos y Durango.

Aunque esta tendencia de empeoramiento ha sido casi generalizada, tenemos en el otro extremo a cuatro entidades que han logrado ir en sentido contrario, algunos con mejoras del orden del 10%: Chihuahua, Coahuila, Hidalgo y Campeche.

Aquí nos encontramos con uno de los puntos clave para el desarrollo nacional: la necesidad de que haya empleo, pero que esté bien remunerado para lograr en primera instancia un bienestar básico, y en segunda instancia en un mercado interno más sólido con mayor capacidad de consumo. El no lograrlo nos deja cada vez más expuesto a las vulnerabilidades internacionales.

*Inteligencia de Negocios Atalaya es una empresa dedicada a generar análisis sobre las tendencias y proyecciones en diversas industrias, con el fin de darle a los directivos y dueños de empresas una visión clara que les permita tomar mejores decisiones para vender más y gastar menos. www.atalaya.info, contacto@atalaya.info, Twitter: @fachqro