Las relaciones con los árbitros

Esto ya no es un simulacro. El proceso electoral, a casi cinco meses de haberse iniciado – el primero de octubre de 2014 fue la fecha oficial de arranque – está tomando su real nivel.

Y si bien el punto máximo aún no ha llegado – las campañas mismas y la culminación de estas con el día de la votación, la promulgación de resultados – las relaciones de los “árbitros” de la contienda como lo son el Instituto Electoral del Estado de Querétaro, IEEQ y con el Tribunal del Estado de Querétaro, TEEQ, con los diez partidos políticos registrados que irán a contienda, no son precisamente las idóneas ni mucho menos las adecuadas.

La tensión entre las partes aumenta.

Para este proceso que camina, concurrieron dos nuevos ingredientes que de alguna manera los diferencia de los anteriores.

Primero, se implementa la Reforma Electoral y con esto se modifica de una manera sustancial la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos en los artículos que tocan la materia político electoral, pero además, incide por ende en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la Ley General de Partidos Políticos, la Ley General en Materia de Delitos Electorales – que viene de manera muy estricta – y la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral. En suma, se trata de nuevas reglas del “juego” electoral.

Con esta misma reforma viene otra decisión que impacta directamente este proceso. Se cambia no solo el árbitro, sino el nombre del árbitro, para dejar de ser IFE – Instituto Federal Electoral o bien, Instituto de Fraudes Electorales – para convertirse ahora en INE – Instituto Nacional Electoral o mejor Instituto que Nada Entiende -.

Esto incide en la conformación de los Institutos locales, que si bien aparentan ser nuevos, toman un camino distinto para su integración. Dejan el tutelaje del Congreso Local, la influencia del Poder Ejecutivo en estos, pero pasan a una esfera superior de contaminación porque son ahora decisión de la Cámara de Diputados donde inciden intereses nacionales de los Partidos Políticos. Bonito avance.

Y si, cambian ligeramente de nombre. De Instituto Electoral de Querétaro IEQ, se transforman, fíjese usted, en Instituto Electoral del Estado de Querétaro, IEEQ. Que gran salto se dio. Ni hablar. Por lo demás, siguen teniendo las mismas oficinas y para colmo, el cambio de consejeros no fue total, sino que, en una convocatoria abierta, las instancias citadas “deciden” que continúen en el cargo tres de ellos, dos directamente vinculados con el Consejo Anterior, la Lic. Yolanda Elías Calles Cantú y el maestro Jesús Uribe Cabrera. Otro de los actuales consejeros también tuvo de manera alguna continuidad, pues ya integraba parte de este si bien no como consejero. Se trata del Lic. Luis Octavio Vado Grajales, así como el actual Secretario Ejecutivo, Lic. Carlos Rubén Eguiarte Mereles, que fungió como director general en el IEQ anterior.

Y con el traslape de Consejo, se trasladaron algunas de las visiones que ya portaban. Ni qué.

A la par y también producto de esta reforma político electoral, se integra la segunda instancia citada, como lo es el Tribunal Electoral del Estado de Querétaro, integrado por número impar – son tres – para desempatar decisiones pero ahora estos siguieron en su nombramiento la ruta del Senado, que si bien tiene contaminación partidista, es otorgada la responsabilidad – se supone – en base a conocimientos en cuestiones específicamente electorales.

Pero, en esos casi cinco meses de camino del proceso electoral ¿Cómo han sido en Querétaro el contacto, el trato y sus definiciones “arbitrales” con los protagonistas de este proceso como son los diez partidos políticos que van a contienda? Ah y con un invitado adicional: los candidatos independientes que también, maniatados con ese altísimo 2.5 por ciento, hacen su aparición por primera vez en un proceso electoral.

Continuará.