Quien no haya tocado el rostro de un migrante, que no hable de ellos: Obispo de Querétaro
Propuso políticas públicas regionales para atender el problema migrante
“El que no haya tocado el rostro de un migrante, no puede venir a este foro a hablar de ellos“, afirmó monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, obispo de la Diócesis de Querétaro, quien participó con la ponencia “Trato Humanitario a Migrante y Transmigrante“, en el marco del segundo Congreso Nacional de Representantes Legislativos y Líderes Migrantes, celebrada en Querétaro.
El jerarca de la iglesia católica en Querétaro se presentó este lunes en la sede administrativa del Poder Legislativo del estado de Querétaro, a invitación expresa de los diputados locales, para hablar sobre la experiencia de la iglesia católica en la atención de los migrantes, e insistió en que es necesario anteponer sobre cualquier tipo de prejuicio el entendimiento de la dignidad humana como valor máximo en la relación entre sociedad y gobierno con los migrantes, quienes viven situaciones de muerte, violaciones a sus derechos humanos, trágicas separaciones familiares y manifestaciones de racismo y xenofobia, de acuerdo con palabras del Papa Francisco en el mensaje pontificio en ocasión del Coloquio México-Santa Sede sobre movilidad humana y desarrollo, celebrada el pasado 14 de julio.
“Este y otros problemas vinculados a la migración son una clara invitación a globalizar la solidaridad, reconociendo, respetando promoviendo y defendiendo la vida, la dignidad y los derechos de toda persona independientemente de su condición migratoria”, dejó claro el obispo.
Armendáriz Jiménez afirmó que las políticas públicas en materia migrante deben de generar un encuentro que involucre no sólo a las autoridades, sino también a los diversos sectores de la sociedad civil, que permitan una atención más puntual y beneficiosa tanto para los gobiernos como para los migrantes.
“Una política verdaderamente regional en la materia debería promover la organización de encuentros, al más alto nivel posible, entre funcionarios, representantes de organizaciones de la sociedad civil, empresarios y académicos, para discutir la viabilidad en las políticas coordinadas. Entre éstas se podrían encontrar la definición de responsabilidades de los diferentes países y sus respectivas agencias gubernamentales; la distribución de la respectiva carga financiera; la coordinación entre las diferentes policías y agencias a cargo del cuidado de los migrantes; la restricción y mejor control de la venta de armas; la mejora de algunas categorías de protección internacional, especialmente a niños migrantes no acompañados y a solicitantes de refugio por razones humanitarias; y la implementación de la repatriación forzada sólo en casos de emergencia“, recomendó el obispo de la Diócesis de Querétaro.
Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez afirmó que la sociedad debe cambiar su perspectiva sobre los migrantes, de la cultura del miedo y el descarte, a la cultura del encuentro; un cambio de perspectiva que incluye un cambio de categorías mentales “y en última instancia, de nuestro corazón“, sólo se logrará si se mantiene la idea sobre la dignidad inalienable de cada persona.
“Si sabemos mirar el rostro de cada migrante, aprenderemos a encontrar una razón para afirmar que todos somos hermanos. En el fondo, aprenderemos a conocernos mejor nosotros mismos y surgirá el anhelo del cambio“, finalizó el obispo de la Diócesis de Querétaro citando a Pietro Parolin, secretario de Estado en el Vaticano.