Verdades y mentiras

Hay quienes han encontrado en la difamación la estrategia electoral para ganar, al no haber encontrado la fórmula para gobernar. El Gobierno priista ha reemplazado la falta de oficio y la nula eficacia y eficiencia en su gestión, por una escandalosa mecánica de manejo de medios y campañas que buscan cubrir sus promesas incumplidas y las verdades a medias de lo que pregonaron.

Ante la opinión generalizada de que el PAN vuelve al Palacio de la Corregidora y al Centro Cívico, aunado a que en la última elección, Acción Nacional se convirtió en la primera fuerza electoral del estado, al obtener el triunfo de las dos senadurías y la mayoría de sufragios en los diputados locales en la entidad; ha surgido de manera “sospechosamente espontánea” denuncias dirigidas contra actores políticos panistas que la sociedad reconoce como perfiles a posibles candidaturas, con situaciones como los moches, campañas adelantadas y un sin número de declaraciones que buscan lograr lo que con sus “acciones de gobierno” no han podido.

La mentira hace que un problema forme parte del futuro, por eso los gobiernos emanados en 2009 y el 2012 del Revolucionario Institucional, fueron fincados en la difamación y la mentira. Ahora en el futuro próximo enfrentan un grave problema: el desencanto ciudadano que ellos mismos crearon y que ahora nuevamente intentan solucionar, agraviando al pueblo Queretano con la promoción de calumnias a sus representantes populares.

En Acción Nacional, comprendimos los errores cometidos y los corregimos, por eso ahora, el pasado ya no nos persigue, sino que los 75 años de historia, de aciertos de gobierno, de logros legislativos, de unidad en el Partido harán que sigamos siendo la mejor opción para que a Querétaro le vaya mucho mejor.