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Sumas, restas

Por Andrés González - 30/07/2014

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

La política – como las matemáticas – tiene sumas, pero también restas. Con la reforma político electoral ya en marcha, son los partidos los que […]

 Sumas, restas

La política – como las matemáticas – tiene sumas, pero también restas.

Con la reforma político electoral ya en marcha, son los partidos los que se están evidentemente armando.

Y en contiendas tan cerradas como lo es la queretana – y esta que viene, la del 2015  será una de esas – donde se gana o se pierde por un dígito,  coaliciones o candidaturas comunes podrían hacer la diferencia.

Sin que lo marque el “tiempo electoral” oficialmente, pero tampoco sin que lo pueda impedir alguna ley, es que entre los institutos políticos se han comenzado a coquetear.

Los grandes buscan a los chicos, los partidos chicos se dan a desear.

Es el eterno estira y afloja, en donde el mejor postor será el que se lleve las mejores alianzas.

Por lo pronto, a nivel nacional los mensajes ya se comenzaron a enviar.

En las elecciones de este mes que corre – las locales – volvieron a aparecer alianzas raras y con esto me refiero a partidos políticos que ideológicamente pareciera que no hacen química. Tal es el caso del PAN con el PRD. Esto sería parcialmente entendible porque la democracia se ha tornado en algunos estados – y por supuesto en el propio Congreso de la Unión – como una mercancía de cambio.

No vale tanto la praxis ideológica, sino la praxis de la política entendida esta de tener el poder por el poder. Aún a costa de que se pudiera vender el alma al diablo.

El “Pacto por México” es el tianguis de la vendimia de intereses – del gobierno, de los partidos – más que aquello que convenga a la población, interés que debería ser, mayor del gobierno.

Son estos, cuando los resultados no están a la vista, momentos de confusión.

El tiempo y solo este, dará el voto mayoritario a las alianzas entre los ángeles y los diablos.

Todo esto comienza hoy mismo a verse.

Por un lado, afanosos están los partidos pequeños, para subirse a alguna nave grande, que no se hunda, solo que esta vez los votos serán diferentes.

Ya no los podrá salvar la nave nodriza, ni les entregará puestos a discreción, como pasó en la reciente elección pasada.

Por una situación así, es que el Partido Nueva Alianza alcanzó doble posición en el Congreso local. Escaló demasiado rápido, a costa de una alianza local con el Revolucionario Institucional – Compromiso por Querétaro – superando a fuerzas más añejas y con presencia anterior particularmente en los congresos locales.

Ya no será así.

Si bien podrían ir en la modalidad de candidaturas comunes, los votos serán si para el candidato propuesto, pero no tanto para el partido político, a excepción de cuando expresamente se vote por este.

Esto obligará a todos los partidos a pensarla dos veces, puesto que correrían el riesgo de no alcanzar el porcentaje de supervivencia y pasar irremediablemente al limbo de la política, donde prácticamente no existen y estarían en riesgo de desaparecer.

Las reglas del juego han cambiado.

Andrés González

Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.


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