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Referéndum en Escocia

Por - 22/09/2014

El pasado jueves en Escocia, se realizó un referéndum para determinar la permanencia o no de la insular nación en el Reino Unido. Este tipo […]

 Referéndum en Escocia

El pasado jueves en Escocia, se realizó un referéndum para determinar la permanencia o no de la insular nación en el Reino Unido. Este tipo de consultas, de las que ya nos hemos ocupado en estas páginas electrónicas, constituyen una forma en que el cuerpo electoral puede opinar sobre temas de singular transcendencia.

El referéndum escoces, que termina con un 55% a favor de permanecer unidos con Gran Bretaña, Gales e Irlanda del Norte, es un estupendo ejemplo de estos ejercicios democráticos. Permitió que un tema de la mayor importancia se debatiera públicamente, y así se esgrimieran asuntos de índole histórica, política y económica, para que los votantes tomaran su decisión; además, fue un ejemplo de una consulta sumamente abierta, ya que participaron lo mismo extranjeros residentes en Escocia, como personas apenas mayores de los 16 años.

Al parecer, la razón fundamental del triunfo del “No” se basó en las dudas sobre la viabilidad económica de la separación; y aún con tal victoria, ya el gobierno de Su Majestad británica ha anunciado la realización de diversos ajustes, de índole constitucional, que permitan un mayor autogobierno de la parte norte de la isla.

La consulta popular alentó ansias independentistas en otras latitudes. Una nutrida delegación catalana estuvo presente el día de la jornada comicial, dentro de un movimiento amplio para realizar un referéndum similar sobre su permanencia dentro de España. En Bélgica, donde existe un movimiento secesionista, también se vio con atención el proceso y los resultados de la votación.

Debemos recordar que Canadá también ha vivido consultas similares, sobre la permanencia de Quebec en la federación, o su independencia. Los resultados, muy cercanos, no han permitido una resolución definitiva del tema, que resulta recurrente en la política canadiense; lo mismo es posible esperar del caso escoces, que se convierta en un asunto que, en cinco o diez años, vuelva a someterse a la decisión popular.

Estos eventos democráticos resultan de interés para México, no por los temas discutidos, sino por la realización de las propias consultas; actualmente se está tramitando ya las peticiones para tres de tales ejercicios en 2015, uno sobre el salario mínimo, otro acerca de la reforma energética, y el tercero se ocupa de la reducción de los legisladores plurinominales; de hecho, esta misma semana se realiza en Jalisco una consulta sobre el uso legal y medicinal de la marihuana, por cierto que con la utilización de su modelo ya muy probado de urna electrónica.

¿Se habría usted imaginado hace cinco años, que tendríamos en nuestro país plebiscitos y referéndums?


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