Amealco, el vaivén de la política

El municipio de Amealco de Bonfil, ubicado en la parte más al sur de la entidad, es el más representativo de los municipios queretanos en cuanto a la alternancia.

Y uno de los primeros que dejara la ruta del unipartidismo.

Ahora y en lo que va del siglo, el vaivén partidista es parte de su etiqueta política. Y nos referimos concretamente a la Presidencia Municipal, en la que el PAN no la tiene segura – hoy está en el poder – pero tampoco el PRI cuando fue gobierno, dejó amarrado al sucesor.

El Partido Acción Nacional comenzó a tener  presencia municipal en el trienio 1997-2000, justo cuando este partido ganó la gubernatura con Ignacio Loyola Vera. El primer alcalde panista de Amealco  fue Javier Rodríguez Ferrusca. Otro distintivo de los últimos años, ha sido el que el alcalde en funciones, por lo regular salta a la diputación local – le corresponde el VIII distrito – y la mejor muestra es que de los últimos seis trienios – del 97 a la fecha – cuatro alcaldes han dejado el cargo antes de tiempo para buscar la diputación local, sean del PAN, sean del PRI.

Ahora mismo, no se descarta que el actual edil pueda hacer algo parecido.

Javier Rodríguez Ferrusca dejó la alcaldía en el último año de su trienio – el 2000 – en manos de Ricardo Riquelme Perrusquía. Sin embargo, para el trienio siguiente, la municipalidad es recuperada por el Partido Revolucionario Institucional por un líder indígena, priista, de mucha ascendencia entre la numerosa población otomí que existe en la localidad: Felipe Valdés Licea, que igualmente que su antecesor, dejó la responsabilidad para ir en busca de la diputación. Y la logró. Por cierto, Felipe Valdés reconocido líder campesino de aquella locación, se encuentra muy enfermo y prácticamente retirado de la política. Ha sido diputado hasta en dos ocasiones.

A partir del priista Felipe Valdés, este partido liga hasta en tres ocasiones la representación municipal. El priista Luis Franco Mejía es presidente municipal de 2003 al 2006 y repite este partido en el trienio 2006-2009 con Javier Cajiga Rodríguez, que por similares empeños que los anteriores – buscar la diputación – no termina su periodo para dejar en el cargo a Rafael González Bolaños. Javier no alcanzó la diputación.

Pero si el PRI ligó la presidencia municipal en tres trienios, Acción Nacional la ha  ligado las dos últimas contiendas. En 2009-2012, el panista Rosendo Anaya Aguilar la gana para su partido y “chapulinea” para la diputación – que la gana – dejando a Domingo González Luna como interino. Y en el trienio que corre – 2012, 2015 – es Acción Nacional el partido que en la persona de Gilberto García Valdés alcanza la presidencia municipal.

Por ese vaivén político, el municipio de Amealco ha tenido en los últimos seis trienios, la friolera de diez alcaldes, en lugar de los seis considerados normales si cumplieran la responsabilidad trienal. No ha sido así.

Muchas y variadas son las causas – cada elección es distinta – por las que la transición ha sido una constante en la municipalidad. Si bien la cabecera municipal ha llevado a la responsabilidad la mayor parte de los alcaldes – a excepción de Felipe Valdés – Amealco tiene uno de los más numerosas asentamientos indígenas y que, por desgracia, no han tenido la integración adecuada al progreso que está experimentando el resto de la entidad. Ni siquiera al que se tiene en la cabecera municipal.

Y su voto, sumamente resbaladizo, es siempre posible presa del mejor ofertante, de prebendas y desde luego de ofertas en la obra pública, en servicios para estos asentamientos, servicios que tanta falta hacen. La compra del voto – precisamente por esa pobreza que lastima – es una posibilidad que abre este vaivén político.

Continuará.