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Sierra Gorda, deuda histórica sin pagar

Por Staff Códice Informativo - 27/04/2015

Hoy nuevamente la población serrana acude con ilusión a los mítines electorales con la esperanza de que ahora sí se les atienda

 Sierra Gorda, deuda histórica sin pagar

La Sierra Gorda sigue siendo un gran pendiente para los gobiernos de los tres niveles en Querétaro; y  las necesidades de los serranos son un terreno fértil para que los políticos prometan a diestra y siniestra.

Prometer no empobrece, más bien, a muchos los enriquece. Aunque los que reciben las promesas, en su gran mayoría, sí conocen la pobreza.

La actual administración estatal se encargó de señalar que la Sierra sería una prioridad en su presupuesto y en sus acciones durante los seis años en turno. En sus discursos y en sus giras, el gobernador José Calzada, desde que estaba en campaña, afirmaba que con la región serrana, se tenía una “deuda histórica” hablaba siempre de “atender a un sector rezagado”.

Hoy esa deuda histórica sigue sin pagarse.  Y eso que Calzada recientemente dijo que se invirtieron alrededor de 4 mil millones de pesos en esta zona del estado.

Hoy, al término de su gestión y con el arranque de las campañas electorales, la sierra de Querétaro vuelve a ser un espacio útil en el mapa geoelectoral.

Los candidatos vuelven a mirar a la Sierra. Le dedican a lo mucho tres días a la población serrana que padece los 365 días del año de carencias sociales, de pobreza, de caminos con muy poco mantenimiento y con una falta de opciones laborales que les permitan quedarse en su tierra en lugar de migrar.

Los ciudadanos y los candidatos le cobran la factura al alcalde en turno y al gobernador, por la deuda histórica que no han podido pagar.

Los estrategas políticos  hacen amarres, planean la operación política para ganar los votos en esos municipios. Saben que la Sierra no define una elección, pero que de todas formas es obligado ganarla.

Ese es el problema: las comunidades y sus problemáticas quedan en segundo término, cuando en la mente de los equipos de campaña lo único importante es ganar.

Hoy nuevamente la población serrana acude con ilusión a los mítines electorales con la esperanza de que ahora sí se les atienda.

No les importa caminar por más de 40 minutos para ver o escuchar al candidato. La esperanza los mueve, al final de cuentas esa es la que se pierde al último.

Es común ver al final de los actos de campaña a mujeres y hombres que se acercan al candidato a pedirles luz, a solicitar mejores caminos, clínicas y otros pendientes más que los gobiernos en turno no han atendido.

En Jalpan, por ejemplo, la población se queja de la falta de empleo. Acusan que la dirección estatal encargada de fomentar fuentes de trabajo, de nada sirve; lo que orilla a migrar o a cobrar sueldos muy bajos.  Las vacantes brillan por su ausencia.

Y aunque en repetidas ocasiones la propaganda gubernamental ha destacado las millonarias inversiones en  obras carreteras, la realidad y los baches en los caminos demuestran que la deuda sigue sin ser pagada.

La Sierra está a más de 150 kilómetros de la capital queretana. Cientos de curvas y brechas la separan del corazón político del estado y del Querétaro del desarrollo, aquel que se presume con orgullo en los rankings.

Poco más de 40 días faltan para terminar las campañas y saber quién será el próximo gobernador.

La población de este rincón de Querétaro ansía que esta deuda sea pagada y que las promesas de la campaña se hagan realidad.


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