Héctor Beltrán Leyva vivía en Querétaro; es detenido en San Miguel de Allende
Fue detenido en un restaurante de mariscos junto a Germán Goyeneche Ortega, quien presuntamente era su operador financiero
Fuerzas federales capturaron a Héctor Beltrán Leyva, conocido como “El H” y quien es considerado como líder del Cártel de los Beltrán Leyva, confirmó Tomás Zerón de Lucio, director en Jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República (PGR), quien informó que el narcotraficante vivía en el estado de Querétaro.
“No obstante, este importante líder criminal continuo sus actividades a través de una red de operadores que hicieron alianzas con otros grupos para continuar con la labor de trasiego de estupefacientes a lo largo del país. Reportes de inteligencia militar lograron ubicar su domicilio en el estado de Querétaro, donde mantenía sus operaciones alejadas de su domicilio, para no alterar así su modo de vida. Discreto y de bajo perfil, evitando llamar la atención de vecinos y amistades, o de las autoridades locales”, afirmó en conferencia de prensa Tomás Zerón.
La PGR aseguró que Beltrán Leyva fue detenido en un restaurante de mariscos en San Miguel de Allende, Guanajuato, junto a Germán Goyeneche Ortega, quien hacía labores de operador financiero para el narcotraficante.
“Dejó los vehículos de lujo, optando por una identidad que le permitía pasar por un empresario acomodado dedicado al comercio de bienes inmuebles y obras de arte, justificando así su nivel de vida”, agregó.
Al momento, a Beltrán Leyva se le practican los exámenes correspondientes, y será en las próximas horas cuando sea presentado antes el Ministerio Público de la Federación, adscrito a la Subprocuraduría Especializada en Delitos de Delincuencia Organizada, que será la encargada de resolver su situación jurídica.
En 2009, tras la muerte de su hermano Marcos Arturo Beltrán Leyva, Héctor Beltrán Leyva asumió el liderazgo de la organización delictiva, pues Alfredo Beltrán Leyva y Carlos Beltrán Leyva están detenidos. Se ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos en México, y cinco millones de dólares en Estados Unidos de América.