Gallos pierde 3 a 2 en su cancha

Hace unos meses, cuando Isaac Romo marcaba al final de un Puebla-Gallos Blancos, sentenció la muerte de aquel equipo queretano que se vio condenado a descender a la división de ascenso. Azares del destino y cosas del futbol mexicano pusieron a Querétaro nuevamente en primera división, a Isaac Romo de regreso en el conjunto plumífero y al delantero tapatío como el héroe de su afición este domingo con un milagroso regreso en los cuartos de final de la Liguilla del futbol mexicano.

Fue un 3 a 2 final en el marcado en un partido que cambió minuto a minuto, y de un comienzo trepidante de Santos Laguna, pasó a un dominio intrascendente de Gallos Blancos, a una goleada antológica del conjunto de Torreón y, finalmente, a un milagro queretano que buscará concretarse en la semana en la Comarca Lagunera, a pesar de que el reto parece casi imposible.

El partido empezó con un ir y venir de ambos conjuntos, pero siempre con la desastabilidad queretana, mucho más propenso a cometer errores. Fue así como al minuto 9 Apodí midiera mal el control de un balón, le dejará la pradera izquierda sola a Escoboza, quien aunque resolvió de buena forma, se encontró con un providencial manotazo de Edgar Hernández que empezaba a ponerse un traje de héroe que más adelante, se tiñera de villano.

Siguió la presión del equipo santista, y consiguió su recompensa tras una desatención por arriba de Gallos Blancos, que encontró a Carlos Darwin “El científico del gol” Quinteros, quien se formuló un verdadero pedazo de gol con un trallazo potente, seco y alto que se coló sin mayor problema en el ángulo derecho de un indefenso Hernández, al minuto 14

Y de ahí, los mejores minutos queretanos en el Corregidora, que sin embargo no encontraron recompensa. Primero, un tiro centro de un activo pero inoperante Diego de la Torre, que desvió de un manotazo Oswaldo Sánchez. Después, otro tiro de media distancia de Diego de la Torre que se fue ligeramente alto, y tercero, un mano a mano de Wilberto Cosme tras un sutil pase de cabeza de Amaury Escoto que resolvió magistralmente el experimentado arquero Sánchez.

Pero el colmo fue al 38, cuando primero Escoto estrelló un mano a mano al travesaño que, tras botar en el paso, le quedó franca y sin portero a Cosme, quien de cabeza falló un gol cantadísimo que acabó con el espíritu queretano

Así, transcurrió el partido hasta el segundo tiempo, en donde Querétaro volvió a entrar desconcentrado y cometió un error garrafal desde el arco, con una pésima salida de Edgar Hernández que le dejó la pelota a tiro a Darwin Quinteros, quien no las meta a menos que sean golazos, y pico la bola sutilmente por encima de la humanidad del arquero queretano para decretar el 2 a cero, al 49.

Con un ataque cada vez más flaco y falto de creatividad, Gallos Blancos siguió acercándose al marco rival pero sin causar mayor problema. De pronto, al 69, en lo que pareció ser el tiro de gracia, nuevamente un inspirado Quinteros armó la jugada, se quitó a varios de encima y le regaló el gol a Escobeza, quien definió suave y alto frente a Edgar Hernández.

Pero el futbol da vueltas, y no importa si se juega un partido chato. Al 76, Luis Pérez dejó la cancha para que entrara Isaac Romo, que poco prometía para poder ayudar al equipo queretano. Sin embargo, en sus mejores tres minutos dentro de una cancha de futbol, Romo marcó primero al 77 frente al arquero y luego, al 78, entró en aparente fuera de lugar para definir de zurza ante la salida de Oswaldo Sánchez.

Ambos equipo mantuvieron el resultado en los últimos 10 minutos, como poniéndose de acuerdo con que el 3 a 2 era un resultado justo después de un partido de ida y vuelta con más voluntad que futbol. Finalmente, el valor del boleto, elevado en el Corregidora y que dejó las tribunas con algunos huecos importantes, tuvo su recompensa gracias a las bondades de un científico a tono.