Sólo seis de 68 centros privados contra adicciones cumplen normatividad
Esos centros no son regulados por la Comisión Estatal contra las Adicciones
La titular del Consejo estatal contra las adicciones (Ceca), Rebeca Mendoza Hassey, admitió que sólo seis de los 68 centros particulares que ofrecen terapias de rehabilitación cuentan con la norma federal y otros 10 establecimientos residenciales se encuentran en ese proceso, sin embargo, los restantes no podrán obtener el reconocimiento a nivel federal debido a que no cumplen con las condiciones de infraestructura, por muy buen servicio que ofrezcan.
En entrevista, puntualizó que la norma federal determina que cualquier centro de rehabilitación contra las adicciones debe tener un espacio propicio para las diferentes actividades, sin embargo, la gran mayoría de los centros no cumple con estas características, además que no tienen médico ni psicólogo de planta.
“Estos lugares en el estado de Querétaro son 68, al día de hoy son 68, todos dependen de adictos en rehabilitación, no dependen ninguno de gobierno, nosotros como gobierno no ofrecemos este tipo de rehabilitación de tipo residencial, es decir, que ahí se efectúan alimentos, se duerme, ahí se llevan acabo las terapias, las sesiones, en todo el estado al día de hoy hay cerca de mil 600 pacientes en estos 68 lugares tomando un tratamiento de rehabilitación, si bien es cierto de estos 68, seis cumplen con lo que establece la norma 028 a nivel federal”, precisó.
Al mismo tiempo, apuntó que el Ceca se dedica a monitorear los 68 centros particulares con el objetivo de exhortar u orientar a los encargados para que mejoren sus condiciones, pero aclaró que no administran ni regulan las actividades al interior, por lo que hizo un llamado a los familiares de las personas en rehabilitación para que denuncien ante la Procuraduría General de Justicia (PGJ) si son testigos de anomalías o agresiones del personal contra los pacientes.
Mendoza Hassey enfatizó que la mayoría de los problemas que detonan en contra de los encargados de los centros particulares de rehabilitación son producto de conflictos que hay entre los familiares y la persona en rehabilitación, debido a que el paciente por lo general es internado contra su voluntad.